lunes, 18 de febrero de 2013
La vida está determinada por todas y cada una de las decisiones que tomamos a diario... todo depende de la capacidad de adaptación de cada uno.
Siempre he sido una persona pesimista, me he marcado metas y nunca he desistido; pero tanto tesón se traduce en desilusión cuando veo que el futuro es AHORA.
Quizás mi problema sea ese, que siempre estoy pensando en el futuro y no valoro "el ahora". Pasan los años y me doy cuenta de que siempre estoy viviendo pensando en el mañana, en qué pasará, que será de mi, dónde acabaré... pero a la única conclusión que puedo llegar es que siempre tendré preocupaciones futuras, y eso es bueno, significa que tengo interés por aprender, por crecer como persona.
¿Alguna vez os habéis preguntado qué papel ocupáis en la sociedad en la que vivís?
Yo me lo planteo cada día. Todos deberíamos preguntarnos para qué hacemos las cosas, con qué sentido, ¿qué función debemos desarrollar para ser felices en una sociedad en la que quizás sólo somos pequeños monigotes invisibles?
¿PARA QUÉ hacemos las cosas?
Me levanto PARA ir a la Facultad; voy a la Facultad PARA aprender; aprendo PARA optar a un puesto de trabajo; necesitaré trabajar PARA tener una vida cómoda; quiero tener una vida cómoda PARA disfrutar; voy a disfrutar PARA ser feliz...
Todo es una cadena de "PARA QUÉ'S", todo en la vida lo hacemos por algo.
Quizás nuestro problema, mi problema, es que durante todos estos años he sido más racional que soñadora; no me he atrevido a lanzarme y luchar por mis sueños, ya sea por miedo a reacciones externas, a situaciones actuales...
Hay una cita que dice: "El mundo pertenece a quién se atreve".
Sin duda alguna, hemos perdido la esencia que más nos identifica: la de los niños que un día fuimos.
¡Y YA ES HORA DE ATREVERSE!
Siempre he sido una persona pesimista, me he marcado metas y nunca he desistido; pero tanto tesón se traduce en desilusión cuando veo que el futuro es AHORA.
Quizás mi problema sea ese, que siempre estoy pensando en el futuro y no valoro "el ahora". Pasan los años y me doy cuenta de que siempre estoy viviendo pensando en el mañana, en qué pasará, que será de mi, dónde acabaré... pero a la única conclusión que puedo llegar es que siempre tendré preocupaciones futuras, y eso es bueno, significa que tengo interés por aprender, por crecer como persona.
¿Alguna vez os habéis preguntado qué papel ocupáis en la sociedad en la que vivís?
Yo me lo planteo cada día. Todos deberíamos preguntarnos para qué hacemos las cosas, con qué sentido, ¿qué función debemos desarrollar para ser felices en una sociedad en la que quizás sólo somos pequeños monigotes invisibles?
¿PARA QUÉ hacemos las cosas?
Me levanto PARA ir a la Facultad; voy a la Facultad PARA aprender; aprendo PARA optar a un puesto de trabajo; necesitaré trabajar PARA tener una vida cómoda; quiero tener una vida cómoda PARA disfrutar; voy a disfrutar PARA ser feliz...
Todo es una cadena de "PARA QUÉ'S", todo en la vida lo hacemos por algo.
Quizás nuestro problema, mi problema, es que durante todos estos años he sido más racional que soñadora; no me he atrevido a lanzarme y luchar por mis sueños, ya sea por miedo a reacciones externas, a situaciones actuales...
Hay una cita que dice: "El mundo pertenece a quién se atreve".
Sin duda alguna, hemos perdido la esencia que más nos identifica: la de los niños que un día fuimos.
¡Y YA ES HORA DE ATREVERSE!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)